¿QUÉ SENTIDO TIENE QUE PERCIBAMOS EL MUNDO TRANSFORMÁNDOLO?

Para poder responder a esta cuestión es necesario saber qué entendemos por percepción y por sentidos. La percepción es la sensación interior que resulta de una impresión material hecha en nuestros sentidos. Los sentidos son la capacidad de percibir estímulos externos o internos mediante determinados órganos.

Es importante tener en cuenta que los sentidos influyen de forma directa en nuestra percepción, por lo tanto, no podemos percibir el mundo exactamente igual que otros seres vivos porque no contamos con el mismo desarrollo de los sentidos. A demás, existen animales que cuentan con algunos sentidos diferentes, como por ejemplo el tiburón martillo, que cuenta con la capacidad de encontrar a sus presas fácilmente gracias a un sexto sentido conocido como electrorrecepción.

Desde mi punto de vista, es muy útil percibir el mundo  tal y cómo lo hacemos (siempre y cuando no padezcamos una enfermedad que altere las funciones básicas de los sentidos) debido a que los umbrales garantizan nuestra supervivencia. Si tuviéramos la capacidad de percibir todo contaríamos con más información de la necesaria para lograr dicha supervivencia y no supondría una ventaja notable.

Creo que percibir numerosos estímulos poco relevantes para nuestra especie que se encuentren por encima o por debajo  de nuestros umbrales, como por ejemplo escuchar por encima de 20.000 hercios, podría hacernos confundir sonidos o incluso provocar distracciones sobre otras actividades que estemos realizando en el momento en el que se produce este sonido.

Por todo lo citado anteriormente, creo que es útil percibir tal y cómo lo hacemos y que percibimos de esa forma debido a que el objetivo fundamental de todas las especies es alcanzar la supervivencia. 

¿Deben los profesores saber que un alumno padece una enfermedad mental? ¿Y sus compañeros?

Para poder responder a estas dos cuestiones es necesario hacer un breve paréntesis explicando qué son las enfermedades mentales.

Las enfermedades mentales son alteraciones en diferentes procesos como el de razonamiento, el comportamiento, la capacidad de reconocer e interpretar la realidad, las emociones o la relación con los demás.

Es importante tener en cuenta que existen diversas enfermedades psiquiátricas por lo que, desde mi punto de vista, dependiendo de qué enfermedad mental padezca el alumno debería ser o no comunicado a los docentes y a sus compañeros. Por ejemplo, si un alumno padece coprolalia (tendencia patológica a decir obscenidades) creo que es necesario comunicárselo a sus profesores y compañeros debido a que altera tanto las relaciones sociales con su entorno como el ritmo normal de las clases. Sin embargo, si un alumno padece aerofobia (temor a volar en avión) creo que no es necesario que el entorno de quien padece esta fobia lo sepa debido a que las clases podrían desarrollarse con total normalidad.

Otro aspecto a tener en cuenta es la edad del alumno. Si el alumno es menor de edad serán sus padres o tutores legales quienes decidan si es necesario o no transmitirlo. En cambio, si se trata de un alumno mayor de edad será él mismo quien lo decida.

No obstante, debido a los prejuicios sobre este tipo de enfermedades que a día de hoy siguen estando presentes en nuestra sociedad, es muy probable que las personas afectadas por este tipo de situaciones sientan inseguridad a la hora de comunicar esta información tan personal.

Por lo tanto, desde mi punto de vista, es necesario tener en cuenta estos criterios a la hora de decidir si los profesores y compañeros del alumno en cuestión deben o no saber que sufre una enfermedad mental. 

Crítica a la clase de filosofía

Durante el curso de 2018-2019 he sido alumna de primero de bachillerato y he cursado la asignatura de Filosofía.
Desde hace un par de años la filosofía se ha convertido en  algo importante en mi vida dado que me ayuda a plantearme numerosas cuestiones en mi día a día y me permite reflexionar acerca de situaciones que nunca antes me había planteado, además me ayuda a comprender mejor el mundo en el que vivimos y la manera en la que las personas actuamos en él.

Las clases de filosofía me han parecido muy interesantes y los temas tratados curiosos y acertados,  por ello me ha resultado agradable estudiar la materia y asistir a las lecciones. La forma en la que ha sido impartida la materia me parece innovadora y efectiva, las explicaciones y los esquemas han aclarado todas mis dudas e incluso han despertado mi curiosidad en numerosas ocasiones.

Las lecturas propuestas me han parecido totalmente acertadas. Me gustó mucho leer la obra de Primo Levi aunque me hubiera gustado dedicar alguna clase para exponer ideas y opiniones sobre el libro.
Los tipos de exámenes creo que son un gran acierto porque nos permiten contar con más oportunidades y por ello nos facilitan poder aprobar o mejorar alguna nota si un examen no nos sale como esperábamos.

Me he sentido motivada durante todo el curso y con muchas ganas de aprender cosas nuevas, es por ello que he decidido leer fragmentos de obras como por ejemplo "Así habló Zaratustra" o "La gaya ciencia". Gracias a esta curiosidad, he optado por elegir esta asignatura como optativa para el curso que viene.

El profesor tiene una forma clara de impartir clase y es algo que me parece clave para poder entender los conceptos que tenemos que estudiar.

En general, estoy satisfecha con las clases de filosofía, añadiría debates sobre temas de la actualidad y días para comentar las obras leídas.

¿Estoy de acuerdo con Freud?

Para poder dar una opinión sobre Freud, es necesario hacer un breve paréntesis para explicar quién fue y por qué a día de hoy sigue siendo tan importante.

Sigmund Freud fue un médico especializado en  neurología. Es considerado el padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX.

Según Freud la personalidad está compuesta por una parte consciente y otra inconsciente, desde mi punto de vista esto es cierto aunque también pienso que la personalidad está formada y basada en experiencias de cada individuo y en la educación que reciba el mismo.

Según su teoría del psicoanálisis la mente cuenta con tres diferentes instancias el ello, el superyó y el yo.

El ello es la parte más primitiva y está regida por el principio del placer, aunque, desde mi punto de vista, son impulsos que no tienen por qué ser primitivos y son en realidad deseos inconscientes.

El superyó se rige por el principio del deber y sirve para reprimir al ello, aunque yo creo que lo que reprime al ello es el uso de la razón para evitar llevar a cabo prácticas inconscientes e impulsivas de las cuales podríamos arrepentirnos.

El yo se rige por el principio de la realidad y permite sublimar. No estoy de acuerdo del todo dado que pienso que los impulsos no los convertimos en algo socialmente aceptado ya que los impulsos se ejecutan de una manera rápida  y al llevarlos a cabo es difícil plantear si es o no algo aceptado por la sociedad.

A pesar de tener algunas diferencias con Freud, creo que fue un gran neurólogo y gracias a él la psicología es tal y como la conocemos.

Filofoto

¿Debemos los jóvenes interesarnos por la política?

La política es la ciencia social que estudia la forma de gobernar un país. Los jóvenes formamos parte del país en el que vivimos y es por ello que considero que deberíamos interesarnos por la política para poder comprender lo que ocurre y lo que ocurrió tanto dentro de nuestro país como en el resto de países del mundo.
Es importante conocer las teorías sociales y económicas para poder tener una opinión propia que se ajuste a nuestros gustos e intereses personales. Para poder gozar de unos derechos y deberes que consideremos justos, debemos conocer cuáles son las ideas y los principios de los partidos políticos para averiguar si tenemos objetivos comunes. Es posible que no encontremos un partido político totalmente compatible con nuestros pensamientos dado que es algo muy complicado porque influyen las opiniones personales de aquellos que lo forman, a pesar de esto, es importante tener interés por la política y aprovechar el derecho a votar que tanto costó conseguir a hombres y mujeres a lo largo de nuestra historia. Si a pesar de conocer la importancia política una persona decide no interesarse por ella, considero que está renunciando a un derecho fundamental, el de poder decidir.
Poder decidir nos permite tomar las riendas de nuestra vida y dirigirla hacia aquello que consideramos más óptimo. Desde mi punto de vista, creo que es posible que tras habernos interesado por la política obtengamos un notable rechazo por la misma debido al descontento que podamos percibir o a la idea de que el poder corrompe; es importante que para tener una opinión propia con argumentos válidos hayamos investigado a cerca del tema en cuestión, en este caso la política, si afirmamos que el poder corrompe o que sentimos un cierto descontento con la política debemos hacerlo tras habernos interesado por la misma.
Como conclusión y desde mi enfoque personal, estoy de acuerdo con que el poder nos corrompe pero es necesario que exista este poder para evitar que toda la sociedad acabe siendo corrompida y por ello me parece importante el interés por la política para poder luchar por aquello que consideramos justo.

¿Existe Dios?

A menudo me preguntan sobre si creo o no en Dios y yo siempre suelo responder lo mismo; no creo en Dios porque no existe. A continuación la siguiente pregunta que suelen plantearme es, ¿cómo sabes que no existe?

Aunque no pueda demostrar la no existencia de Dios y tampoco pueda hacerlo con su existencia, creo que Dios no existe dado que si existiera él sería perfecto y al crear el universo ha cometido algunas imperfecciones, al haberlas cometido considero que dejaría de ser perfecto. Bajo mi punto de vista, el mal se opone a la existencia de Dios dado que es omnipotente y omnibenevolente y no debería permitir la existencia del mal porque sería contradictorio. Se dice que Dios es todopoderoso pero, ¿al ser todo poderoso sería capaz de crear un ser más poderoso que él? Si fuera capaz de crearlo dejaría de ser todopoderoso porque existiría un ser aún con más poder que él, por el contrario, si no fuera capaz de hacerlo, no sería todopoderoso porque no es capaz de ejecutar dicha acción y su poder tendría grandes límites.

Tras una profunda reflexión, considero que Dios no nos ha creado sino que hemos sido nosotros los que le hemos creado. El ser humano tiene la necesidad de preguntarse el porqué de las cosas y considero que recurrir a Dios es la forma más sencilla de saciar las ganas de tener respuestas ante cuestiones que desconocemos. Para conseguir unas respuestas que se ajusten con la realidad deberíamos preguntarnos si realmente nos estamos haciendo las preguntas correctas y si realmente queremos conocer las respuestas. Las personas solemos temer lo desconocido y para evitar respuestas difíciles o incómodas a nuestras inquietudes solo podemos recurrir a Dios. 

Por todo ello no creo en la existencia de Dios.