Para poder responder a estas dos cuestiones es necesario
hacer un breve paréntesis explicando qué son las enfermedades mentales.
Las enfermedades mentales son alteraciones en diferentes
procesos como el de razonamiento, el comportamiento, la capacidad de reconocer
e interpretar la realidad, las emociones o la relación con los demás.
Es importante tener en cuenta que existen diversas
enfermedades psiquiátricas por lo que, desde mi punto de vista, dependiendo de
qué enfermedad mental padezca el alumno debería ser o no comunicado a los
docentes y a sus compañeros. Por ejemplo, si un alumno padece coprolalia
(tendencia patológica a decir obscenidades) creo que es necesario comunicárselo
a sus profesores y compañeros debido a que altera tanto las relaciones sociales
con su entorno como el ritmo normal de las clases. Sin embargo, si un alumno padece
aerofobia (temor a volar en avión) creo que no es necesario que el entorno de
quien padece esta fobia lo sepa debido a que las clases podrían desarrollarse con
total normalidad.
Otro aspecto a tener en cuenta es la edad del alumno. Si el
alumno es menor de edad serán sus padres o tutores legales quienes decidan si
es necesario o no transmitirlo. En cambio, si se trata de un alumno mayor de
edad será él mismo quien lo decida.
No obstante, debido a los prejuicios sobre este tipo de
enfermedades que a día de hoy siguen estando presentes en nuestra sociedad, es
muy probable que las personas afectadas por este tipo de situaciones sientan
inseguridad a la hora de comunicar esta información tan personal.
Por lo tanto, desde mi punto de vista, es necesario tener en
cuenta estos criterios a la hora de decidir si los profesores y compañeros del
alumno en cuestión deben o no saber que sufre una enfermedad mental.
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